Frugalidad, o lo que se aprende viviendo con lo justo: breve resumen

“He aquí mis tres tesoros. Guárdalos bien. El primero es la piedad; el segundo, la frugalidad; el tercero, la negativa a ser la primera de todas las cosas bajo el cielo.” Lao-tsé

Veíamos el otro día la frugalidad. Y por extraño que parezca esta introducción pudo parecer chocante, así que antes de aventurarnos por otros derroteros, intentaré explicar un poco a qué se refiere esta virtud que ha caído totalmente en el olvido.



Veréis en la vida siempre os vais a encontrar con ese extraño grupo de personas que está convencida de que han vivido todo ya, y que "cuando tú vas, ellos ya han vuelto y han ido de nuevo". Así como alarmantemente asombroso me resulta  gracioso que haya personas que sean tan sabias y hayan vivido tanto para que puedan dar consejos de la vida a los demás, incluso teniendo la misma edad. Esta curiosidad queda saciada cuando te das cuenta de que ni ellos mismos siguen sus consejos ni han vivido lo suficiente para aprender a darlos. Obviamente, no saben ni la mitad, ni han vivido tanto para darse cuenta de qué es lo que importa. Me explico: yo, después de 10 años de haber pasado bachillerato y selectividad, pienso "no es para tanto, hay cosas que te deberían de preocupar mucho más en la vida". También sé que en ese momento no era así, y que probablemente en otros 10 años diré algo diferente.

En esta entrada vamos a intentar escapar un poco de algunos de estos consejos que gente muy "sabia" no se piensa dos veces en compartir:

  • En la vida hay que vivir, hay que gastar en lo que te apetece en el momento que te apetece.
  • La verdad es que me lo puedo permitir: gano 1000 y esto me cuesta 100, qué más da si tengo otros 900.
  • Me doy el lujo cuando quiera, que el dinero no sea impedimento. ¿Para qué curramos si no nos podemos dar estos placeres?.
  • Invierte en viviendas: no importa el precio, siempre salen rentables porque... ¡nunca bajan!
  • Mira yo tengo algo de dinero ahorrando de trabajar como un condenado, así que me he pillado una tele 4K porque me lo merezco.
  • Otras que iré añadiendo en la medida en que a mis amigos se les ocurran. ;)
Yo la verdad es que leo algunas y me parto de risa, pero claro eso es porque mi visión es muy distinta.
Ahora bien, esto sería un blog de opinión si yo solo hablase de mi opinión. No estoy aquí para eso. Tampoco para dar consejos. Lo que quiero es mostrar que hay otras formas de pensar, igual de válidas. Que algunas formas no es que sean mejor que otras, pero pueden tener más sentido. También puede ser que estas formas sean en realidad más apropiadas para alguien pero nunca las haya escuchado. Para eso estoy aquí. Porque hay muchos caminos, pero asegurate de elegir bien el tuyo: "La felicidad no está en el destino, sino el camino" (frase de internet).

Entonces comenzamos a entender qué te hace más feliz: te ofrezco una vida llena de lujos, llena de placeres momentáneos pero siempre ligada al trabajo, a la empresa y al dinero; por otro lado te ofrezco la posibilidad de ser libre, pero vivir de una manera ahorradora, cuidando muchos detalles pero sin cadenas en la sociedad.

¿Pero de qué me hablas hombre?. Jajajaja. Vale, vamos a empezar una buena historia. Está claro que a todos nos gusta darnos lujos. A todos nos gustan los coches rápidos, los buenos hoteles, los paseos en crucero y los viajes extravagantes. Nos encanta. Y si no es así, pues mejor para ti que tienes una cosa menos de qué preocuparte. Ahora bien, hay un gran pero en ese tipo de vida: ¿necesitas DE VERDAD todo lo que te puedes permitir?, ¿necesitas un chalet y no un piso, un coche o una moto en lugar de 2, un barco, viajar en primera clase o vivir por todo lo alto?, ¿necesitas un coche deportivo, una casa en la playa, una comida de 4 horas?.

La realidad es que aquí es donde cada uno se tiene que medir con lo que considere que de verdad necesita, y lo que de verdad le va a servir en un futuro. Puede que alguien necesite un coche todoterreno capaz de atravesar el desierto, o una tele de 100 pulgadas, o dos casas. La verdad es que todo eso está muy bien, y lo hemos mamado desde la cuna. Todo eso debe ser bueno, porque mucha gente lo hace, ¿no?. Falacia ad-populum.

Ahora es cuando entra en juego la frugalidad, y donde la gente se echa las manos a la cabeza. Pues no. Nadie necesita 3 coches y 2 casas con garaje, ir a restaurantes 3 veces por semana y tener 2 hipotecas, 4 televisores y estar disfrutando el 99% de tu tiempo. Lo cierto es que no lo necesitas aunque te encante disfrutar de estas cosas. Pero claro si no gastas, si no consumes... ¿entonces qué vas a hacer con el dinero? ¿ahorrarlo? ¡Estamos locos! ¡Hasta ahí podríamos llegar!
Precisamente lo que tienes que más vale no es el dinero, por mucho que te cueste ganarlo y por mucho que disfrutes gastándolo. Precisamente tienes algo más valioso, que no se puede comprar ni recuperar: tu tiempo. Tu tiempo es finito, y tu tiempo lo empleas casi en la totalidad en ganar el dinero que intentas que te "compre" la felicidad. Pero eso nunca ocurre, y a medida que consumes solo querrás seguir consumiendo. El dinero nunca podrá comprarte la felicidad, porque la felicidad no es algo que se pueda comprar: es algo que se disfruta en tu camino. Ahora bien, ¿qué pasa si el dinero pudiera comprarte una cosa tan importante como la felicidad?, ¿qué pasa si el dinero, aunque te permita llegar más allá?. Pues eso es precisamente el objetivo del ahorro: poder elegir, tener la libertad de hacer lo que deseas sin ninguna atadura de trabajo. De ganar tu libertad. De ser libre de disfrutar de tu tiempo. De esta forma no habrás conseguido directamente la felicidad, pero seguro que te ofrece la oportunidad de disponer de tu vida para encontrarla.

Y este es precisamente el camino de la frugalidad, y a lo que la palabra se refiere: a ser capaces de contenernos un poco en el gasto de hoy para tener mucha más libertad pasado mañana. En no salir 3 noches a cenar, sino solo 1 (y hacer otra en casa), en irse de vacaciones pero no a hoteles de lujo, en vivir con tranquilidad pero sin mayores bienes que solo te atan a ellos. En conducir un coche de segunda mano y no uno de primera, en tener una televisión modesta y una casa simple. En tener las cosas que se necesitan y no que se desearían (y luego no se vuelven a mirar), en gastar porque se quiere y ser eficientes,  y no a lo loco porque es "lo que hace todo el mundo". Y de esta forma, poco a poco y cual hormiguita, generar un colchón. ¿Para qué? Para la vida, para vivir sin preocupaciones, para vivir seguro del mañana y no preocupado del hoy. Para irte de viaje cuando lo necesites, para dejar de trabajar cuando te apetezca y cambiar de vida cuando desees. Para lo que quieras. Y, sobre todo, para tener la libertad de elegir.

Lo cierto es que no necesitas gastar para sentirte mejor. Lo cierto es que te lo vas a pasar igual de bien (aunque lógicamente hay cosas que merece la pena hacer y pagar), lo cierto es que a lo mejor merece la pena no gastar (tanto) hoy, para poder emplearlo mañana en comprar tu tiempo. Esa es la idea básicamente: que el ahorro consigue comprar tu tiempo de mañana y te da la libertad (aunque sea momentánea) de viajar cuando te plazca, de dejarlo todo, de no hacer nada o de dedicarte a otra cosa. 

Además, si valoras que el dinero que tienes es a costa del tiempo que has pasado trabajando en lugar de hacer lo que quieres, ¿tiene sentido malgastarlo en comprar un coche caro, una televisión panorámica o un lujo que, siendo sinceros, no necesitas? En mi opinión no tiene sentido, en mi opinión es una falta de respeto hacia ti el malgastar tanto tu tiempo como el dinero que has obtenido por este, en cosas que realmente ni siquiera quieres. Para mí, es mucho mejor no "permitirte" tantos lujos pero tener un colchón para hacer lo que quieras en algún momento de tu vida en que realmente quieras. Para mí no tienes que seguir el camino por la sociedad si no te gusta, siempre puedes pensar más allá y hacer cosas distintas. De eso va este camino hacia la independencia financiera. ;)

Bueno y para terminar voy a hacer algo que se va a convertir en una costumbre: ¿qué opintas TÚ? ¿merece la pena darse a una vida de lujos? ¿merece la pena una vida de consumo aunque luego no vuelvas a tocar las cosas?

Nota: algunas frases acerca de la felicidad random de internet.
- La felicidad se encuentra en lo que hacemos, no en lo que tenemos.
- Sin un poco de locura... no hay felicidad.
- Mientras encuentras lo que buscas... sé feliz con lo que tienes.
- Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.
- La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto no depende lo que tenemos sino de lo que somos.

Comentarios

  1. Hola amigo ahorrativo,

    Yo tengo unas cuantas frases que les digo a mis conocidos cuando me ven en el bar, desayunando, almorzando y tomándome una cerveza por la tarde al salir de trabajar y son que "yo me doy mis placeres con este dinero que tanto me ha costado ganar" y que "¡Ellos ahorren, que van a ser los más ricos del cementerio!".

    Y, hablando ahora en serio, solo quería añadir esas dos frases que, de forma directa o indirecta, todos hemos mamado desde pequeños y cuya veracidad, gracias a Dios, algunos hemos cuestionado.

    Para mí, la frugalidad, no solo me tiempo futuro al poder elegir si lo invierto en trabajar o no, sino también tiempo presente, pues cuantas más cosas tienes, más complicaciones tienes. ¡No me quiero imaginar lo que es tener dos casas, dos coches, una moto y tres hijos con los que no poder estar por tener que trabajar para pagarlo todo!

    Saludos.

    Pepe.

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