LA PARADOJA DE LAS PENSIONES EN ESPAÑA
"El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de la riqueza; la virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la miseria". Winston Churchill
Hasta ahora la economía que hemos tratado tenía pocos datos y parece poco rigurosa. Hay quien se empeña en poner a esta "Ciencia Social" más como ciencia y menos como "social". Ocurre que la propia economía se dedica a estudiar el pasado, e intenta predecir el futuro. Sin embargo, se olvida de que no hay forma alguna de delimitar con fórmulas el comportamiento humano. Querer tratar con fórmulas la economía es como querer delimitar al ser humano. Es posible que alguna vez se acierte, pero siempre faltará algo. Hay tantas variables que delimitar las posibilidades mediante un PIB, un índice o cualquier "fórmula" macroeconómica sólo puede dar lugar a dejarse en evidencia cuando lo que hemos "previsto con modelos" no se cumple. Además, como ingeniero tengo algo de respeto a la física y a las matemáticas, que sí son ciencias y no se dedican a estudiar el comportamiento de nada. Cierto es que en algunos temas las fórmulas pueden ser de ayuda o servir de apoyo, pero personalmente prefiero lo que resulte fácil de entender y simple de digerir.
El tema del dinero nos ha llevado a una cuestión fundamental: si guardo el dinero debajo de la cama, el "tiempo" (inflación) se lo comerá. Puede que yo no sea muy ahorrador, pero no pasa nada porque cuando llegue a mayor tendré una pensión que previamente he pagado con impuestos, ¿verdad? Ésta fue la primera pregunta que me surgió al saber de la inflación. Además, estas pensiones las debería de estar invirtiendo el Estado de alguna forma, con lo que al final de la vida laboral tendríamos algo equivalente a lo que hemos ido aportando, incluyendo la inflación.
Qué sorpresa al descubrir que nada de esto se hace en España. Algunos esta sorpresa ya se la esperaban, acostumbrados a que lo "made in Spain" no valga mucho más que lo "made in China" (cosa que debería cambiar: España se tiene que aprender a vender fuera). Bien, estaba yo asistiendo a un seminario hace tiempo sobre felicidad cuando el profesor que lo impartía nos presentó esta foto:
Nos dijo entonces el profesor: "Las pensiones están destinadas a desaparecer". Y ahí fue cuando aprendí lo mal que había gestionado la Democracia el sistema de pensiones. Resulta que lo lógico sería que uno trabaja lo que puede, paga impuestos, y algunos de esos impuestos son cogidos por el Estado con la promesa de devolverlos una vez cumplas tu vida profesional para tu uso y disfrute. El Estado debería de invertirlos, ya sea en obra civil o en deuda, y obtener alguna rentabilidad. Si hay algo que ocurre con el dinero, es que no se puede dejar quieto: obtienes rentabilidad invirtiéndolo, o de lo contrario desaparece poco a poco. Pero entonces, ¿dónde está el problema? El problema está en que: Spain is different.
En España, lo que ocurre es que tenemos un sistema de pensiones "social", en el que los cotizantes no cotizan para ellos en el futuro, ¡qué va! Cotizan para los que están ya jubilados. Este sistema podría funcionar, y de hecho es lo que tenemos ahora. El problema está cuando la gente del gráfico de entre 30 y 50 años pase a tener entre 65 y 84 años. Sucede entonces que tenemos el mayor cúmulo de la población arriba en la pirámide, y muy poca donde las cotizaciones. Este sistema, por tanto, es INSOSTENIBLE. Pero es que aún hay más, comencemos por el principio:
- ¿QUIÉN DECIDE LA EDAD DE JUBILACIÓN? Bismarck fue el creador del sistema de pensiones público en 1889. Decidió poner, con suma generosidad, una jubilación en la edad de 70 años. Lo hizo no por ayudar, sino porque la esperanza de vida se encontraba en 78 años. Con suma meticulosidad determinó que aquellos que han aportado durante toda su vida al sistema disfrutarían de un periodo limitado de sus "frutos": 8 años, como mucho.
- ¿CUAL ES EL ORIGEN DE LAS PENSIONES EN ESPAÑA? Atención a quién puso este sistema "social": Franco. Ciertamente tuvo algo de relevancia la Segunda República, pero un Estado que sería el órgano que distribuiría las pensiones tuvo lugar con Francisco Franco. Hay quien dice que "claro, no todo lo hizo mal, hay algunas cosas que hizo que eran buenas". Aunque esto sea cierto, el sistema de pensiones no fue una de ellas: en España la edad de jubilación fue de 65 años en 1970, y la esperanza de vida de 72 años.
- ¿SISTEMA SOCIAL? No entiendo qué tiene esto de social. Desde luego es un problema social, pero no repercute beneficiosamente en la propia sociedad. Aquellos que no han podido trabajar no están incluidos en este sistema, por lo que no beneficia ni a aquellos invalidados para trabajar, ni a los que han trabajado toda su vida. ¿Y qué pasa si te quieres jubilar antes? ¿Por qué deciden por ti tanto la edad como de lo que vas a vivir? Sería más fácil, por ejemplo, que te dieran a ti el dinero y te pidieran impuestos solo para cubrir a los más necesitados. De esta forma tú podrías hacer lo que quisieras con el dinero (jubilarte antes, gastártelo todo en un año, etc.) y se beneficiaría a todos. Se da muchas veces que si algo es llamado "social" entonces es que es mejor para todos (segunda acepción), pero suele ocurrir en la práctica todo lo contrario: no importa el nombre, sino a lo que hacer referencia.
- ¿EL ESTADO INVIERTE EL DINERO? ¿NOS SALVA DE LA INFLACIÓN? La realidad es que el Estado ni hace lo uno ni lo otro. Utiliza el dinero para comprar deuda española y disminuir el interés que tendría que pagar por ésta. Por tanto, si el Estado decide no pagar la deuda, las pensiones caerían automáticamente. También, si nadie se "fía" de España, la rentabilidad de esta deuda disminuiría y dejaría de hacer frente a la inflación. Suele ocurrir que dejando al Estado organizar nuestro futuro, lo que estamos dando es pie a que los políticos financien su electoralismo.
- LA "HUCHA" DE LAS PENSIONES. Mucho se hablará de cómo los políticos se han gastado esta hucha. La realidad es que esta hucha, aún en sus más esplendorosos días, no daría ni para un año entero de pagar pensiones. Además, la cantidad de población que está al llegar a la edad de jubilación (en 15-20 años) no está contabilizada en ningún cálculo, y es el mayor peligro para el sistema. Nos encontramos frente a un sistema de pensiones cuyo peligro son los propios pensionistas.
Llegados a este punto, aquellos aún escépticos tienen siempre las mismas excusas/explicaciones: no pasará nada, está asegurado por el Estado; lo sacan de los Presupuestos Generales; no hace falta sacar constantemente una rentabilidad, con tener para vivir basta; no hay manera de cambiar de modelo así que nos quedamos con lo que tenemos. Un iluminado incluso dice: lo que importa es lo que se aporta, así que habrá que subir los sueldos.
Vayamos por partes: ya que el dinero te lo come la inflación, por el mero hecho de existir, entonces habrá que sacar rentabilidad sí o sí (de lo contrario perdemos nuestros "ahorros" o impuestos). Si se saca de cualquier otro lado, eso quiere decir que el estado se endeuda más o directamente sube impuestos. Lo de tener para vivir o aumentar la edad mínima de jubilación para sacar el dinero viene a tener un argumento similar: por qué decide alguien por mí la edad a la que me jubilo. Qué pasa si con 50 años me dicen que tengo cáncer y voy a pasar a tener una esperanza de vida menor, querré jubilarme antes y vivir mejor esos años. Qué pasa si quiero jubilarme con 60 e irme a vivir a Indonesia, donde podría vivir mejor con el mismo dinero, y durante más tiempo. De nuevo, alguien intenta limitar tus posibilidades, razonando que es mejor para todos, porque es "social".
No me canso de repetir este tema, y una y otra vez me mira la gente asombrada, anonadada, nadie lo explica y (como de costumbre) los políticos lo niegan. En un principio, este sistema, que bien podría ser considerado una estafa piramidal, se utilizaba para robar descaradamente a la población de años de disfrute, limitándolos y adjudicándolos por su esperanza de vida, sin considerar ninguna característica social. Se mire por donde se mire, incluso siendo optimistas este sistema se verá sometido a recortes monstruosos. La cantidad de población que llegará en unos años será demasiado grande para el propio sistema de "pagar a quien se encuentra más arriba y ha cotizado". Deja de ser social en ninguno de sus aspectos más que para convertirse en un problema social. Además, se invierten en deuda pública española, como si esto fuera la solución: ¿utilizas las pensiones para comprarte a ti mismo tu deuda? ¿qué gestor haría eso? Uno "social" tal vez.
EL SISTEMA DE PENSIONES ESTÁ DESTINADO A QUEBRAR, NOS GUSTE O NO. Se puede decir algo más alto, pero no más claro. Quebrará de una forma u otra: subidas de impuestos, bajadas de seguridad social, limitando lo que entra en la seguridad social, o cualquier cosa que se les ocurra. Cosas que ya han hecho, dicho sea de paso, desde 1990 diversos gobernantes.
Un amigo, este fin de semana, me hacía una pregunta muy curiosa: "¿y qué pasa con aquellos que ganan 300 € al mes? No recibirían cotización si cambian el modelo...". Mi amigo se pensaba que claro, como nuestro sistema de pensiones es "social", eso quiere decir que es para todos, y que además está bien regulado. Nada más lejos de la realidad: la gente que está en esa situación no cobra pensión ya que no cotizaría (ahora). Este sistema tiene de "social" sólo la propia palabra en el nombre. Sería mejor, y bastante, recibir todo lo cotizado a las pensiones excepto un porcentaje para aquellos que se encuentren en una situación social asfixiante, y el resto gestionarlo nosotros para nuestro uso y disfrute (ya que sería lo que hemos aportado con nuestro esfuerzo). Podríamos entonces invertirlo en cosas mejores que la deuda española, y el propio Estado no nos estafaría tanto con lo de ser "sociales". Además, aquellos que ahora no tienen derecho a pensiones podrían obtener una ayuda con el porcentaje social mencionado.
Lamentablemente, en España esto no creo que se haga de esta forma: se hará un poco a lo burro y de golpe, sin meditarlo mucho previamente. Probablemente una generación entera tenga que cotizar por partida doble: una para cubrir el propio sistema, sin derecho a pensión posterior; otra para ellos, gestionados por el Estado o por ellos mismos (podría apostar qué elegirá la mayoría).
Aunque detecto alguna cara triste, y algo pesimista, no todo está perdido. Es necesario algo fundamental, que mi abuelo me ha inculcado por encima de todo: ahorrar. Y es del ahorro y de las inversiones de lo que escribiré en la próxima entrada. Por fin llegamos a gestionar nuestro propio dinero :).
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